Juana está dispuesta a hacer cualquier cosa para retener a Leo a su lado. Hasta es capaz de ponerle drogas en la comida para enfermarlo y mantenerlo cerca suyo.

La sustancia –que le fue provista por Benjamín- en bajas dosis produce síntomas similares a los de la gripe. Pero cuando hay sobredosis, produce un desequilibrio orgánico.
En su afán por alejarlo de Alma, Juana equivoca la cantidad y Leo cae desmayado en sus brazos. Ella se desespera porque cree que le ha hecho un daño irreparable…
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