
La Negra se fue a las 5.15. En los días previos, Fabián Matus, su hijo, insitió en que su mamá no había tenido ningún dolor ni sufrimiento. "Son instantes de oración, esto tiene que ver más con una situación de vida. Ella ha vivido a pleno sus 74 años, hizo prácticamente todo lo que quiso. Mercedes siempre ha sido un símbolo de libertad. Ahora, nosotros, la familia, pedimos solamente ser nosotros los que estemos a su lado".
La cantante recibió varias visitas esta semana. Víctor Heredia, su amigo y ahijado artístico, declaró: "Estas cosas uno las imagina en el tiempo, allá a los lejos. Pero de golpe cuando pasan, a mí me devastan".
Hubo más personas que se acercaron al sanatorio para saber sobre la evolución de la Negra, entre ellas el Ministro de Salud, Juan Manzur, tucumano como ella. "Estamos muy preocupados por su estado así que vine a solidarizarme con su familia", dijo luego de hablar personalmente con los médicos que la atendían. "La Presidente me pidió que estuviera a disposición de la familia ya que Mercedes es un símbolo de la cultura, de la democracia y es muy importante para mi provincia, Tucumán". También pasaron por allí Fito Páez, Teresa Parodi, Chango Farías Gómez, Piero y Julia Zenko, entre otros.
Mercedes Sosa lanzó este año "Cantora", un disco doble con un dvd que rápidamente trepó a los primeros puestos de los rankings locales y recibió tres nominaciones a los Premios Grammy. En este trabajo, grabó canciones junto a los músicos más reconocidos de la escena iberoamericana, como Joan Manuel Serrat, Luis Alberto Spinetta, Caetano Veloso, Shakira, Gustavo Cerati, Charly García, Calle 13 y Joaquín Sabina. Sus problemas de salud le impidieron poder presentarlo en un show públicamente.
De todo el mundo le habían llegado mensajes de aliento en sus últimas horas, principalmente en su página oficial (www.mercedessosa.com.ar). La cantante, un ícono de la canción latinoamericana y famosa en todo el mundo por su inconfundible voz, contaba con más de cuarenta años de trayectoria y cuarenta álbumes editados. Durante el exilio, a partir de los años 70, fue amenazada por su militancia comunista. Allí Mercedes alcanzó proyección internacional y debió exiliarse en Europa.
Volvió junto con la democracia y con la felicidad de que la gente no la había olvidado. Muestra de eso fueron las trece presentaciones a lleno que realizó en el Teatro Opera. A partir de allí amplió sus horizontes más allá de la escena folclórica y se acerco a músicos de la escena del rock como Charly García y León Gieco. Esa apertura la acompañó hasta sus últimos días, al igual que sus amigos de toda la vida y el cariño de la gente que la recordará por siempre.
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